
Lo más suave que se puede decir es que la ADP está desplegando una actitud irresponsable hacia sus alumnos, irrespetuosa con los contribuyentes que asumieron dar el 4 % del PIB a la Educación y más grave aún, con el futuro del país. Si no asumen su corresponsabilidad en los terribles resultados académicos que los informes internacionales atribuyen a los escolares dominicanos, pocas esperanzas de avance quedan.
Su petición de aumento de salario del 25% es una frivolidad imperdonable y un mal ejemplo como educadores. La inflación (un problema mundial) que afecta a los trabajadores dominicanos no es una dolencia exclusiva de su profesión. Ahora les toca arrimar el hombro, no seguir provocando ni al Gobierno ni a los padres ni a los alumnos de la escuela pública. Insisten en ensanchar la brecha que separa la escuela pública de la educación privada en un ataque directo a la igualdad de oportunidades y al progreso a través de la formación.
¡Ah! Y que recuerden que los beneficios que reciben para su pensión a través del INABIMA… también los pagamos los demás, porque su esquema de cotización vs. pensión es sencillamente insostenible por sí mismo.
El MINERD tiene serios problemas y la ADP es claramente uno mayor. Repensar el 4 % es perentorio porque pronto todos estaremos “jartos”.
Escrito por: Inés Aizpún. Diario Libre.