Después de un par de semanas sin conversaciones de paz con los ucranianos, los rusos dieron media vuelta y regresaron a Kiev, donde hicieron varios ataques a la ciudad y a las zonas cercanas para que recuerden que todavía la guerra sigue. Todo indica a que ahora estarán atacando más fuerte, sobre todo después de perder su buque insignia: el Moskva (significa Moscú, así que imagínate si era su niño mimado en los mares). El buque ruso se hundió en el Mar Negro el jueves, y todavía hoy no se sabe muy bien qué provocó el fuego que hizo explotar las municiones que llevaba el barco. Los ucranianos dicen que fue un misilazo de ellos, pero Moscú lo niega. Sea lo que sea, es un golpe fuerte para los rusos porque se les fue el buque de guerra más grande que tenían desde la Segunda Guerra Mundial. NO HAY MIEDOAunque los rusos están atacando más que nunca en Mariúpol y dieron un último chance para quien se quisiera rendir, los soldados ucranianos tienen planes de luchar hasta el final. Para su suerte, ellos no pelean solos y están recibiendo cada vez más ayuda de EE. UU. and friends. Los gringos anunciaron que enviarán más armas para los soldados ucranianos, con todo y que los rusos les advirtieron que eso «les podría traer consecuencias». Fuente: El Brifin.