
Esa raquiña es «altamente contagiosa», y se pega por contacto entre pieles (y no necesariamente tan directo, porque se puede pegar por compartir toallas o sábanas, por ejemplo). Comenzaron a echarle el ojo al brote el jueves pasado, en un pueblo que se llama Kenskoff, que está en las lomas cercanas a Puerto Príncipe.
QUE NO PANDA EL CÚNICO
Hace rato que «pandió». Aunque aquí no hay ni medio caso todavía, Salud Pública activó una alerta epidemiológica y Abel Martínez, que usualmente tiene algo que decir cuando se trata de Haití, pidió poner un cerco sanitario (controles en la frontera) para evitar que eso entre.
Pero la realidad es que, más allá de las ñáñaras y la picazón por un par de días (especialmente de noche), la sarna no es peligrosa y usualmente con una cremita se resuelve. Además, es fácil de controlar con medidas normales de higiene. Por eso, los dermatólogos pidieron calma y tranquilidad.
Fuente: El B.