Pese a lo extenso del discurso el cual duró 30 minutos, pronunciado ayer en la mañana en la sesión de Rendición de Cuentas, el alcalde de Villa Altagracia Luis Pavolo, parece que por la premura de su elaboración y deseo de presentar las obras ejecutadas en el lapso de tiempo comprendido entre abril del 2021 a marzo del 2022, más las que tiene en carpeta, se le escapó hablar sobre la anarquía del transito en Villa Altagracia y que amerita la regularización urgente del mismo. Ya se las excusas que vendrán para justificar esta desidia y antes de que me la recuerden, aquí las voy a mencionar: “eso es un problema de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) y otros dirán eso es responsabilidad del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT). En fin tratarán de justificar falta de interés en un tema que ojalá me equivoque, pero que no pasará mucho tiempo en que esta anarquía del tránsito que se presenta a diario en Villa Altagracia cobre con la vida de un adulto mayor, de un niño o niña o de cualquier persona. Tenemos que dejar de tirarle las responsabilidades a los otros. El ayuntamiento es el gobierno municipal y si no puede resolver por si solo, debe de acompañarse de la DIGESETT y del INTRANT, tomar el toro por los cuernos y poner el primer grano de arena que es la adquisición e instalación urgente de semáforos en varias intersecciones de la calle Duarte. Da pena y vergüenza, que en la gestión de Matías Pérez Santana en el siglo pasado (1990-1994) en Villa Altagracia había semáforos y hoy en el 2022, en pleno siglo XXI, y con un parque vehicular 100 veces más grande que en esos años, en este municipio no haya semáforos instalados. Hemos estado reclamando eso desde el año pasado y siempre recibimos la misma respuesta de que eso está en el presupuesto de este año. ¿Y que esperan que no ejecutan esa compra? La diferencia entre la vida y la muerte de un peatón que transite por la calle Duarte de Villa Altagracia, puede estar en los 30 o 40 segundos que un semáforo cambie a color rojo y permita que ese peatón cruce la calle sin riesgo. Y no me vengan con la excusa de que los motoristas no respetarán esos semáforos que no estamos en la selva. Estamos en una sociedad donde hay que hacer valer las leyes y de no ser así, duraremos pocos años para ser igual que Haití y eso no lo pueden permitir las autoridades actuales. Y por favor, a los que no les guste esta opinión vertida por nosotros en este artículo, no pierdan su tiempo ni insultándome, ni yendo donde Luis Pavolo a decirle que yo soy su enemigo por lo aquí expresado, que amigo no es solamente el que te hace reír y te dice cosas para alagarte.Si algo tenemos en común el alcalde y yo, es nuestro amor por este pueblo y por la vida de nuestros compueblanos. Al menos eso pienso.