El 29 de abril del año 1965, ocurrió en Villa Altagracia, un acontecimiento que marcó un hito en la historia de este municipio. Ya la revolución de abril tenía cinco días de haberse iniciado e incluso, el día anterior, es decir, el 28 de abril se había producido la intervención militar norteamericana. Vamos a ver como describe ese acontecimiento el Dr. Miguel Guiliani en su obra Villa Altagracia Pasado y Presente y al cual el autor le dedica un capítulo del libro bajo el título de:VILLA ALTAGRACIA, EL DÍA 29 DE ABRIL DE 1965.Un hecho notable que sucedió en la mañana del 29 de abril, fue cuando el señor José Miguel Durán, armado con un fusil Máuser, que había quitado a un militar que venía huyendo desde la capital (buscaba cambiar a ropa civil de manera desesperada), se parapetó en la parte norte del puente sobre el rio Majuana, evitando que la patrulla de la policía al mando del teniente Diógenes Navarro (El Charro) lo desarmara, acción que no se ejecutó y que no obstante la valentía y arrojo de José Miguel; predominó la prudencia que mantuvo el oficial Navarro, quien dialogó con este hombre, evitando así lo que pudo ser una desgracia no deseada por ninguna de las partes. Eligio Franco Arias, ex combatiente constitucionalista que residió en Villa Altagracia y dirigió una asociación que agrupa a estas personas procedentes, y que participaron de forma activa en la guerra patria, coincidió con muchos villaltagracianos al señalar al autor de esta obra, que si en el pueblo hubiese estado otro comandante policial en la época, otras hubiesen sido las consecuencias. Ya que el teniente Navarro mantuvo la prudencia y el respeto a la vida de sus conciudadanos, no obstante, la situación que se presentaba y que al final condujo a que grupos enardecidos asaltaran el Cuartel Policial, resultando el posterior ametrallamiento aéreo. De los grupos reunidos en el parque y en la misma calle Duarte, el día 29 de abril, en la mayoría de ellos primó la intención de proveerse de armas, y en consecuencia, decidieron asaltar el Cuartel de la Policía, cuyos miembros ante la acción inminente, abandonaron el lugar sin ofrecer ningún tipo de resistencia, dejando la mayoría de armas y otros pertrechos. La incursión en el destacamento policía proveyó al grupo de manera principal de una ametralladora de 30 MM., que estaba colocada en una camioneta del Ejercito Nacional, que estaba averiada en el callejón del Cuartel Policial; de algunas ametralladoras Cristóbal y revólveres. En el asalto no faltaron los que aprovecharon para apropiarse de inodoros, persianas, y otras propiedades Precisamente en esos momentos en que se verificaba la acción antes descrita, entre las 11:00 , AM y 12:00 M., un avión Mustang P-51 de la Fuerza Aérea Dominicana volaba en la zona. Tomó la carretera Duarte con el Ingenio de referencia, dando vuelta en este lugar, hasta llegar en vuelo rasante al espacio aéreo contiguo al Cuartel Policial, donde accionó la ametralladora que portaba, produciendo en una sola ráfaga la muerte de seis ciudadanos y heridas a otros. Los fallecidos fueron: Antonio Reynoso de los Santos (Toño), Juan Ozoria, Zenón Núñez, Diego Montaño, Andrés de los Santos (hermano de Güaité) y un ciudadano haitiano que hasta la fecha se desconoce su identidad. Se identificó como herido en una pierna, con lesión permanente, a Confesor Santana, quien falleció recientemente. Ha sido motivo de controversia dos asuntos referentes a este caso del 29 de abril. Uno atinente al destino que tomó la dotación policial, y el otro a la persona o personas que pudieron alertar o llamar a la Base Aérea de San Isidro, para advertir sobre la situación que acontecía respecto al asalto al Cuartel Policial. Una parte de la dotación policial se refugió en el Cuartel Policial de La Cumbre (Km 66) y otros se dispersaron por diferentes lugares. A los dos días se fueron reagrupando y retornaron de nuevo a su Cuartel en Villa Altagracia. En la breve ausencia de la Policía en Villa Altagracia, un grupo de ciudadanos algunos con escopetas y revólveres, asumieron la vigilancia del pueblo, entre ellos, Baby Rodríguez, Aníbal Pichardo, Ramón Calderón (Cabo), José Miguel Duran, quien se integró de inmediato junto a otros villaltagracianos a los Comandos de Ciudad Nueva. Sobre la ametralladora Calibre 30 mm., sacada del cuartel policial el 29 de abril, convergen testimonios, en el sentido de que la misma no tenía proyectiles ni tampoco estaba apta para usarse. Tomado del libro Villa Altagracia Pasado y Presente del Dr. Miguel Ángel Guiliani Disla. Pags .395, 396, 397, 398 y 399.
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