
Los expedicionarios llegaron decididos a derrocar al sátrapa Rafael Leónidas Trujillo Molina, dictador que sojuzgaba al pueblo dominicano.
La mayoría de los historiadores concuerdan en un punto: esa gesta heroica marcó el principio del fin de la tiranía.

Seis días después, el 20 de junio, desembarcaron por Maimón y Estero Hondo, en la provincia Puerto Plata, los integrantes de un segundo grupo, integrado por 144 expedicionarios encabezados por los comandantes José Horacio Rodríguez y José Antonio Campos Navarro. Llegaron en las lanchas Carmen Elsa y La Tinima, que habían zarpado de la bahía de Nipe, Cuba.

Al final, ambas operaciones, tanto la del 14 de junio como la del 20, fracasaron militarmente en su intento de derrocar al tirano.
Muchos murieron antes de ser apresados; no obstante, los que resultaron arrestados fueron llevados a la Base Aérea de San Isidro, donde sufrieron crueles torturas. Finalmente, cuando ya era simples despojos humanos, fueron fusilados y tirados en fosas comunes.
En la gesta solo sobrevivieron los cubanos Gómez Ochoa y Pablito Mirabal, un niño para ese entonces; así como los dominicanos Gonzalo Almonte Pacheco, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán y Poncio Pou Saleta.
En la actualidad, solo Gómez Ochoa sobrevive.
Escrito por: Dalton Herrera. El Caribe.