
Frente a tal crisis, hubo una respuesta inteligente y efectiva con la masiva política de fomento de granjas caseras para criar pollos y conejos y producir huevos.
La estrategia incluyó también la recuperación de las cepas de las plantaciones de plátanos y guineos derribados, las que se distribuyeron junto a esquejes de yuca y semillas de vegetales a los ciudadanos que las solicitaran.
De esa manera, los patios, jardines y azoteas de millares de hogares en el campo y la ciudad quedaron convertidos en unidades de producción y huertos, aliviando la crisis de oferta que provocaron los huracanes.

La distribución de pollitas ponedoras entre los ciudadanos puede ser un recurso complementario a la producción de pollos y huevos de las grandes granjas.
Tanto para minimizar los efectos de la escasez como de la carestía de estos alimentos, mientras el país atraviesa las turbulencias de la inflación y las incertidumbres generadas por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Fuente: Editorial Listín Diario 1/7/2022