Vamos a darle una ojeada a lo que es el proyecto de ley para regular la práctica de béisbol de menores de edad y la contratación al profesionalismo, que aprobó el Senado el jueves pasado. Este proyecto lo sacó al bullpen el senador Santiago Zorrilla, que propone que los padres tengan la obligación de enviar a sus hijos a la escuela mientras practican; también que los prospectos ingresen a las academias a los 15 años; que todos los programas independientes se regularicen en el Ministerio de Deportes; multas de hasta 1 millón de pesos para los entrenadores que tengan a los prospectos metiendo esteroides y otras sustancias prohibidas; y que si un prospecto firma con algún equipo siendo menor, los padres tienen que crear un fideicomiso con el 40% del bono de la firma y se le devuelve al jugador cuando cumpla los 18.El fidecomiso no es más que un contrato en el que una parte le entrega bienes o derechos a otra (la fiduciaria) para que administre la cosa entregada. Y es que muchos de nuestros muchachos entrenan desde pequeños en las academias, pero en realidad son muy pocos los que llegan a ser firmados, y muchos menos los que llegan a Grandes Ligas. Por ejemplo, entre 2004-2015 solamente 5,283 prospectos lograron firmar, y de todos esos, solamente un 5.7% llegó al Big Show. Al final, la historia es más triste porque a muchos ni los firman ni estudian. Por eso, con esta ley se busca que los muchachos tengan por lo menos una educación básica en caso de que no lleguen a nada con la pelota; y asegurar que, si firman, usen su dinero con cabeza cuando sean mayores de edad. NO ES UN «FLY AL CATCHER»Aunque la iniciativa tuvo el visto bueno en el mundo del béisbol dominicano, también le hicieron sus observaciones. Por ejemplo, Julio Noboa, el comisionado Nacional de Béisbol, cree que el monto del 40% es muy alto para el fideicomiso porque los jugadores tienen «compromisos por cumplir con la familia» y también entregan entre un 30% y 50% del bono a los entrenadores, así que fideicomisar el 40% los dejaría con muy poco dinero para resolver con sus «responsabilidades familiares». Otro punto que también entró en el debate es que los prospectos entren a las academias con 15 años, porque dicen algunos entrenadores que es mejor que lleguen más chiquitos para poder prepararlos bien y que estén ready para firma a los 16 o 17 años. Fuente: El Brifin.