Los resultados del estudio mostraron que la reducción en la cobertura vegetal, flora protegida y endémica, erosión de suelos y cambio de hábitats son algunos de los impactos potenciales del proyecto en términos ambientales, lo que generó reacciones entre los residentes, quienes pidieron mayor atención por parte de las autoridades. La empresa presentó, además, un plan de manejo de biodiversidad, control de erosión y rescate de especies como parte de su estrategia para mitigar estos posibles impactos.
Yelisa Cuevas, superintendente del Departamento de Medio Ambiente de Barrick, sostuvo: “Las preocupaciones que llegan de las comunidades son normales, nosotros seguimos manteniendo los controles ambientales”.
DEMANDAN MÁS EMPLEOS
Otro de los temas más tocados por los comunitarios es el empleo. En la vista pública pidieron a la minera mayores oportunidades de trabajo, sobre todo a los jóvenes. El pedimento de los munícipes surgió dos semanas después de la feria de empleos de la multinacional, en donde se escenificaron varios disturbios ante la gran cantidad de personas que acudieron en busca de una plaza. La expectativa sobre los empleos resulta el mayor reto que enfrenta actualmente la empresa, de acuerdo con lo expresado por Otáñez. “Las personas demandan empleos, el 98% de nuestra mano de obra es nacional y tenemos en este momento el 32% y 36% de la mano de obra”.