
Varias de ellas estaban en el hotel Caribe, en Gazcue— y se han llevado presos a por lo menos 10 «tratantes».
¿QUÉ ES LA TRATA DE PERSONAS?

La trata de personas se trata de mover gente de un sitio a otro de manera ilegal para ponerla a hacer algo en contra de su voluntad, como trabajo forzado no pagado que es lo mismo que decir esclavitud, explotación sexual, parir y hasta sacarle órganos. Y aunque suene parecido, la trata no es lo mismo que el tráfico de personas, pues en este último las personas contactan o hablan con el traficante de forma voluntaria, por lo general para conseguir cruzar una frontera o tener mejores condiciones de vida. Lo que sí es verdad es que muchas personas que negocian con un traficante de personas terminan siendo víctimas de trata.
PERO NO ES PROSTITUCIÓN
También es común confundir los casos de trata para explotación sexual con la prostitución, pero otra vez la palabra «voluntad» es clave, pues para que se considere prostitución la persona tiene que decidir voluntariamente ejercerla; en la trata de personas para explotación sexual, las víctimas terminan ofreciendo los servicios obligados después de ser engañadas o haberles vendido un sueño.
AQUÍ LAS COSAS SON FUERTES
Recientemente, Participación Ciudadana tiró una investigación en enero de este año explicando que en las zonas turísticas del país —específicamente en Puerto Plata, La Romana, Higüey y Boca Chica— la situación es «aguda» y se dan todos los tipos de casos, desde engañar personas para explotación sexual, como para que mendiguen de manera forzada o para que trabajen como burros en casas.
Por su parte el Informe Anual sobre la Trata de Personas 2022 que publicó la Embajada de Estados Unidos pone el asunto peor, pues dice que muchas de las víctimas son menores de edad, entre 15 y 17 años; que no solo se limitan a mujeres dominicanas, sino que también hay una gran cantidad de colombianas y venezolanas; y reportaron que son engañadas a través de redes sociales.

PERO HAY UNA LEY QUE TODO LO VE
El país tiene toda una ley dedicada a combatir el tráfico y la trata de personas (la ley 137-03), y con ella vienen penas que pueden llegar hasta a 15 años de prisión, suspensión de sus negocios y la prohibición de hacer algunas actividades comerciales y sociales, para todo el que agarren traficando migrantes o manejando negocios de trata de personas.
Y esa misma ley también cuida a las víctimas de trata de personas, en cosas que van desde protección y asistencia legal, hasta atención psicológica, física y social. Y vamos avanzando en ese sentido, porque en julio del año pasado se inauguró la Casa de Acogida para mujeres víctimas de trata y tráfico, y en el caso de las menores de edad, el CONANI se encarga de atender sus casos.
Fuente: El Brifin.