No bien acabamos de salir de la conmoción que le causó al país el fallecimiento de un niño de un año en una estancia infantil en Pueblo Nuevo, San Francisco de Macorís quien presuntamente murió ahogado en una ponchera de agua que estaba en el referido Centro de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI) cuando ya vemos hoy en la mañana que una niña cayó del cuarto piso del Hogar de Paso del Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia (CONANI) ubicado en el V Centenario en el Distrito Nacional.
Sobre ese accidente El Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) informó ayer que una niña albergada en su casa de acogida en el V Centenario cayó desde una azotea en circunstancias “accidentales”. La institución explicó que el hecho ocurrió el pasado martes 30 de agosto, en horas de la mañana, mientras la niña realizaba actividades deportivas junto a las demás compañeras del hogar y cuatro adultos (dos guías y dos profesores de deporte) en la azotea, asegurada con una malla.
Relatan que en un momento determinado la menor se separó de las demás, siendo regresada al grupo por personal del hogar y reintegrada a las actividades.
Sin embargo, minutos más tarde el personal fue alertado de que la niña había caído desde la azotea, “procediendo de inmediato a llamar al 911”.
Primero en un Centro de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI) y a menos de una semana otro caso de descuido en un hogar de Paso del Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia (CONANI), es como dicen ahora los jóvenes, “es mucho con demasiado”. Si eso no es descuido y falta de capacidad del personal de esas instituciones llamadas a cuidar y preservar los niños, dígame usted ¿cómo se llama eso?