
UN NIÑO DE TETA
Eso sería Warren Buffet al lado de Mantequilla, quien promete retornos de 20 y 30% en cuestión de 1 mes, incluso hay gente en Sabana Grande de Boyá que dice que le han devuelto el 100% de su inversión en 30 días. El «genio de las finanzas» dice que todo es legal, que sus empresas están debidamente constituidas y hasta planes de expandir su negocio hacia otras ciudades del país con su sistema basado en «modelos matemáticos de probabilidades predictivas».
LA FÓRMULA SECRETA
Solo la conocen Mantequilla y su hermano. Esa es una de las características principales de un esquema de estafas Ponzi –llamadas así en honor a Charles Ponzi, un estafador de la década de 1920– que consiste en lo siguiente: el estafador promete enormes ganancias o retornos a cambio de una inversión de cero riesgos que él sabe cómo multiplicar en unos mercados u oportunidades de negocios secretos (para que no le roben la idea, claro).

Uno de los más famosos estafadores con este sistema fue Bernie Madoff, que recaudó unos 17,000 millones de dólares de casi 5000 inversionistas antes de que todo explotara en el 2008.
HAY DOS COSAS SEGURAS
La muerte es una, y la otra es que los esquemas Ponzi caen eventualmente. Eso de inversión sin riesgo no existe, y lo sabe todo el que ha visto, aunque sea un video de YouTube sobre educación financiera.
Obviamente, lo sabe el superintendente y lo saben los bancos, pero no se puede hacer gran cosa porque la Ley Monetaria y Financiera (183-02) solo castiga la intermediación financiera por fuera del sistema bancario cuando hay evidencia de que el dinero está siendo captado y luego cedido a un tercero. En el caso de Mantequilla no la hay, o sea, que está operando en un área gris de la ley (por ahora).
Fuente: El Brifin.