
«Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información», indicó en un comunicado el director del servicio de prensa de la santa sede, Matteo Bruni.
La salud del teólogo alemán Joseph Ratzinger se había deteriorado en los últimos días, aunque el Vaticano indicó el viernes que se encuentra en condición «estable» y que había participado el jueves en la misa en su habitación del monasterio vaticano.

Se espera la asistencia de decenas de miles de personas, entre ellos jefes de Estado y líderes de otras religiones.
Su muerte pone fin a la insólita convivencia de dos papas, los dos con sotana blanca: el alemán Ratzinger, un brillante teólogo ultraconservador y poco popular para las multitudes, y el argentino Jorge Bergoglio, un jesuita que ha querido un papado dedicado a los pobres y a los migrantes.
Ratzinger, primer papa alemán de la era moderna, sustituyó en 2005 al carismático Juan Pablo II, de quien había sido su mano derecha durante un cuarto de siglo como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio de la Inquisición.
El pontificado de Benedicto XVI duró solo 8 años. Menos incluso que su tiempo como emérito (casi diez). Pero fue mucho más convulso de lo que nunca hubiera imaginado cuando le colocaron en la silla de San Pedro.
Su pontificado de ocho años estuvo marcado por los escándalos e intrigas en el seno de la Iglesia.
Fuente: Listín Diario