
VAMOS A DARLE PARA ATRÁS A LA MEMORIA.
Al exprocurador lo acusan de ser la cabeza de una red de corrupción mientras estuvo al frente del Ministerio Público del 2016 al 2020. No ha sido condenado ni declarado culpable.
El expediente Medusa supera las 12 000 páginas, tiene más de 3 500 pruebas (aunque no sabemos si ahí están contando los plátanos que encontraron en la caja fuerte de Yanalán) e incluye más de 400 testigos. La acusación se presentó en contra de 41 personas físicas y 22 empresas.

Las medidas de coerción pueden ser: fianzas o garantías económicas, presentación periódica, impedimento de salida o, la más fuerte de todas: prisión preventiva. Mientras mayor es el riesgo de que el acusado abra gas, más fuerte es la medida de coerción.
En el caso de Yanalán, una de las justificaciones para ponerle prisión preventiva fue que intentó salir del país cuando lo estaban investigando; y aunque no tenía impedimento de salida, sí tenía una alerta migratoria y no lo dejaron viajar.
EL JUEZ:
No ve que Jean Alain haya retrasado el proceso.
Habló un reguero de tecnicismos para decir que era un deber constitucional del tribunal tumbar una prisión preventiva que había excedido el máximo de 18 meses.
Dejó claro que el cese de la prisión preventiva no quiere decir que Jean Alain es culpable ni inocente.
Todavía hay peligro de fuga, así que como quiera hay que poner otras medidas de coerción:
Garantía económica por 50 millones de pesos.
Impedimento de salida del país.
Brazalete electrónico.
Arresto domiciliario.
¿QUÉ PASA AHORA?
Nada, el Ministerio Público sigue preparando su expediente, seguirán las audiencias y Jean Alain sigue acusado de lo mismo. La única diferencia es que ahora estará preso en su casa a la espera de que se acabe el proceso.
Fuente: El Brifin.