
La víctima es Luz Clarita Soriano Berroa, de 21 años de edad, mientras que el victimario y suicida es el cabo de la Policía Braulio Morillo Vargas de 25 años.

Éste aseguró que el verdugo de Luz Clarita, le rompió la quijada y la hizo ingerir una sustancia venenosa que ella pudo vomitar.
“Nunca pensé en la vida que esta persona, a la cual yo le doné mi propia sangre, le iba a quitar la vida a mi hija. Él la masacró, le pegaba con alambre para hacerla grabar una nota de voz para que me dijera que se iba a quitar la vida con un veneno, me la ahorcó, me la estranguló con un cordón de un zapato, me la dejó muerta”, expresó el padre de la víctima.
Soriano se expresó así al llegar este sábado con el cadáver a su casa del sector Agua Loca, cercano a los Frailes II.
Según el padre de Luz Clarita, ésta residía en el municipio de El Valle, Hato Mayor, donde Morillo Vargas prestaba servicios, pero había venido a la capital a cuidarlo porque se recuperaba de un accidente de tránsito.
Fuente: El Nacional