El pleito por el canal ya se fue a un ring internacional, porque ayer se debatió ante la Organización de Estados Americanos (OEA), con el canciller Roberto Álvarez representando a RD. El ministro explicó allá por qué es que el gobierno piensa que el canal viola el acuerdo de 1929 y no debe ser construido.
El representante de Haití le dijo que se tome la pastilla básicamente, porque no lo van a parar; precisamente basándose en el mismo acuerdo de 1929, que dice que ambos países tienen derecho al uso del agua de manera equitativa. Se le olvidó la parte que dice que eso es siempre y cuando no se desvíe el cauce del río.
¿QUIÉN TIENE LA RAZÓN?
Como ambos países le pidieron a la OEA que sirviera de ampáyer (o ampaya), y lo que sugirió el secretario General fue mandar para la isla una misión técnica lo antes posible. Esa misión tendría dos trabajos clave: una es ir al sitio a ver en qué es que consiste el canal y si ver si desvía el río o no; y la otra es analizar la parte legal y los acuerdos. De ahí saldría un informe que se discutiría con ambos países. Pero como sea, después habría que ver si todos cumplimos con lo que sea que se decida.
TÚ ALLÁ, Y YO AQUÍ
Está claro que del lado haitiano no están interesados en la apertura de la frontera para comercio, porque en Dajabón y Pedernales han mantenido sus puertas cerradas. Mientras tanto, de este lado hay cada vez menos haitianos. Hace un par de días Ito dijo que ya son unos 87 mil (y contando) los que se han ido por cuenta propia.
El gobierno tiene un plan para que ese número siga subiendo, sobre todo con el plan que hay para disminuir la necesidad de mano de obra haitiana. Una de las medidas anunciadas por el gobierno el lunes es que a través del Bandex iban a financiar máquinas para la agricultura, para que tengan menos necesidad de mano de obra haitiana; y ayer, Abinader anunció que tienen un plan similar para la construcción. «Yo les puedo decir que la mano de obra extranjera tiene los días contados en la República Dominicana».
Y por mano de obra extranjera asumimos que se refería específicamente a los haitianos, ilegales además. De todos modos, no se estarían inventando el agua tibia, porque hay que recordar que la ley dice que de cada 10 trabajadores en cualquier empresa o proyecto, un máximo de 2 deben ser extranjeros (y además deberían ser documentados).
Fuente: El Brifin.