Después de un receso de Navidad, Año Nuevo y un reguero de contradicciones, República Dominicana y Haití volvieron a hablar sobre la construcción del canal en el río Masacre en Dajabón, esta vez con la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Se juntaron el 9 y el 10 de este mes en la sede de la OEA en Washington, y según un comunicado que publicó el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX), acordaron realizar un estudio técnico con el apoyo de una organización internacional que tenga calidad para dar una opinión decente (escogida por ambos países). Esa organización debería dar su veredicto sobre todo acerca del río, y no solo a nivel del agua, sino también en aspectos medioambientales y sociales pensando en ambos lados.
También hablaron de migración, el comercio y seguridad transfronteriza, pero de eso hablan a cada rato.
¿Y ESO NO LO HICIERON YA?
En octubre del año pasado, una comisión de la OEA vino a chequear la situación y hasta fueron a visitar el río Dajabón a ver la situación de primera mano. Esa fue la vez que Haití se quilló porque la comisión vino aquí primero y ellos tuvieron que devolverse a EE.UU. para ir directo a Haití desde allá, porque los vecinos no los dejaron entrar desde aquí.
Pero al final, en esa visita se determinó lo mismo que ya sabíamos: que los dos países tienen derecho a usar el río y que tienen que sentarse a hablar.
AUNQUE SI DE HABLAR SE TRATA…
Haciendo un recuento de todo lo que ha pasado, el gobierno dominicano dice que se enteró de la construcción del canal en abril del 2021 y que de una vez le mandaron una nota diplomática a los vecinos a que frenaran el asunto. El 27 de mayo de ese mismo año se reunieron ambos países y, según el MIREX, el acuerdo no fue parar el canal sino que Haití iba a mantener comunicación con RD sobre el proceso y aseguraron que la intención no era desviar el cauce del río. Pero llegó el 31 de mayo y la obra seguía viento en popa y el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, dijo que no habría más diálogo hasta que pararan la obra.
En julio mataron al presidente haitiano Jovenel Moïse y el tema se soltó en banda, por obvias razones. Pero en el 2023 la obra arrancó de nuevo con todos los poderes y al no llegarse a ningún acuerdo en septiembre de 2023, el presidente Luis Abinader anunció el cierre total de las fronteras con Haití y hasta pararon la expedición de visados a ciudadanos haitianos en respuesta a la construcción del canal. El gobierno de Haití, por su parte, defendió la obra, argumentando que es de carácter privado y ha dado garantías para su continuación.
Al final seguimos en lo mismo: esperando a ver si con la ayuda de la OEA y este estudio técnico se llega por fin a una solución… si es que los países se ponen de acuerdo por lo menos en qué agencia contratar para que haga el estudio, claro.
Fuente: El Brifin.