El viernes por la noche, unos hombres armados hasta los dientes entraron a la sala de conciertos Crocus City Hall, al norte de Moscú, donde estaba a punto de empezar un concierto de una banda de rock, y comenzaron a disparar a todo el mundo. Empezaron con las personas que estaban entrando, y luego a los que ya llenaban el auditorio. Después prendieron el lugar en candela con bombas molotov, y hasta el techo se derrumbó.
No se sabe exactamente cuánta gente había ahí en ese momento, pero se vendieron 6300 entradas. Hasta el momento, hay 137 muertos, mientras hay otros 140 heridos, algunos de gravedad.
El gobierno ruso declaró duelo nacional, y Putin se dirigió a su país el sábado por la noche. Dijo que habían sido atrapados los 4 responsables directos, justo antes de que intentaran escapar hacia Ucrania (los 4 eran de Tayikistán, un pequeño país que limita con Afganistán al sur y China al este). Además, prometió identificar y castigar a todo el que haya estado detrás del ataque, y el mundo entero supo que estaba hablando en serio. Este es el peor ataque contra civiles en suelo ruso en muchos años.
FUISTE TÚ, NO FUI YO, FUE AQUEL
Como era de esperarse, Putin le echó la culpa a Ucrania y a «quienes los apoyan». Entre esos que los apoyan, está EE. UU., y para colmo, justo hace unas semanas le habían avisado al gobierno ruso que podía haber un ataque contra civiles, pero Putin no le hizo caso. Ucrania, por su lado, dijo que no tenía nada que ver y que no se podía dudar que hubieran sido los mismos rusos.
Pero quienes se adjudicaron el ataque fueron la gente de ISIS. Específicamente, una rama que se llama ISIS-K (Estado Islámico de Khorasán), que opera en Afganistán y busca instalar en ese país uno de sus califatos. Por si no les creían, poco después publicaron videos grabados con bodycams (las cámaras pegadas al cuerpo que usualmente usan los militares y los policías) mostrando el ataque en vista de primera persona.
PERO, ¿POR QUÉ?
Los atacantes que agarraron comenzaron a hablar rápido cuando los rusos los comenzaron a «interrogar», probablemente de manera poco amigable. Uno de ellos dijo que lo reclutaron por Telegram y que le ofrecieron unos cuantos miles de dólares para «dispararle a todo el que viera, sin importar quién fuera».
¿Pero qué gana la ISIS-L atacando a Rusia? Puede que se trate de una represalia, ya que el apoyo ruso fue clave para que el gobierno de Siria ganara la guerra civil contra varios grupos rebeldes, incluyendo ISIS. Se dice incluso que ya este grupo había dado varias amenazas y causados ataques más pequeños en otros lugares, como a la Embajada rusa en Kabul, la capital de Afganistán.
Fuente: El Brifin.