
A pesar de que el PRM tendrá números más que suficientes para aprobar una eventual reforma sin que ningún otro partido lo apoye, el gobierno insiste en que quiere lograr que todo el mundo (bueno, al menos la mayoría) se ponga de acuerdo.
Antoliano Peralta, el consultor legal del presidente, dijo incluso que a lo que presentaron se le pueden hacer cambios, siempre y cuando sean razonables. Por eso invitaron a un grupete de juristas a echar un conversao sobre la reforma en el Palacio Nacional.

El asunto es que no será tan fácil como uno cree lograr ese consenso, porque siempre habrá argumentos en contra o propuestas distintas. Mira algunos:
Sobre la reelección: la Constitución ya dice que todo presidente dura 4 años y solo puede aspirar a un segundo período de 4 años, y nunca jamás. El asunto aquí es que se necesitan dos terceras partes de los votos para modificar eso, como tantas veces se ha hecho, y el gobierno presentará un número mucho mayor para que eso se pueda lograr de nuevo.
Sobre el procurador: hay diferentes propuestas. Algunos dicen que en vez de sacar al procurador del Consejo Nacional de la Magistratura, se debería sustituir por una figura como el presidente del Tribunal Constitucional. Otra sugerencia es que el presidente, en vez de proponer a un solo candidato como se anunció el lunes, tenga que proponer tres, para que uno de ellos entonces sea elegido por el CNM. También propusieron que el procurador dure más que el presidente (ejemplo, 6 años), para que no siempre esté relacionado directamente con el presidente de turno.
Sobre los diputados: es difícil pensar que alguien se oponga a que se ahorre dinero y se haga más eficiente la Cámara, excepto por los mismos diputados. Adivina quién tendría que aprobar eso… ellos mismos. Argumentos en contra se escucharán por rumba cuando esa propuesta llegue al Congreso.
Sobre las elecciones: también se ahorraría mucho dinero y hartazgo de lo largas que son las campañas, pero un argumento a favor de que las municipales se hagan aparte, es que estas, como método de elección de las autoridades locales, tengan su propio protagonismo y no se diluyan entre las otras elecciones de alcance nacional.
Una ñapa: hay quienes se preguntan también si realmente es necesario concentrar tanto esfuerzo en esta reforma en este momento, empezando un segundo gobierno y cuando hay tantas prioridades a las que hay que entrarle rápido, como la seguridad pública o la economía.
Fuente: El Brifin