Donald ha prometido «la mayor deportación de indocumentados de la historia». Se estima que hay unos 11 millones de personas sin papeles en EE. UU., y aunque Trump no ha hablado de un número en particular, su vicepresidente J.D. Vance habló de arrancar con 1 millón. Lo que él espera es que eso reduzca la sobrecarga en los costos públicos, que abra más posibilidades de empleo para los gringos, y reducir la criminalidad que él le achaca a los inmigrantes.
Pero con una deportación masiva le podría salir el tiro por la culata, según algunos análisis. Lo primero es que es muy caro y difícil de ejecutar. Pero aún si lograra hacerlo, la economía podría sufrir porque hay sectores, como la agricultura, donde la mano de obra de indocumentados es vital. Al igual que como pasa aquí con los haitianos, allá no todo el mundo quiere trabajar en eso, y los que lo hacen costarían mucho más. Esa escasez de mano de obra y aumento de salarios podría provocar inflación y aumentos de precios.
¿QUÉ PASA CON RD?
Nuestra relación comercial con EE. UU. es total, así que lo que sea que pase a nivel económico allá, nos afecta aquí. Los aranceles a productos que exportamos hacia allá podría ser un tema, pero tenemos un tratado de libre comercio que nos cuida hasta nuevo aviso.
Lo otro es que si muchos dominicanos indocumentados son deportados podrían bajar las remesas, pero está por verse qué tan relevante es ese número. En verdad depende más de cómo les va a los que están trabajando allá legalmente o a los que no sean deportados, porque si la economía crece y ellos ganan más dinero, mandarán más para acá.
Lo que sí puedes esperar es una relación más cercana del gobierno dominicano con el gringo, por afinidades y relaciones. Y por fin es probable que nuevamente tengamos embajador de EE. UU. en el país, porque Biden nunca nombró uno desde que Robin Bernstein —puesta por Trump en su gobierno anterior— se fue en el 2021.
Fuente: El Brifin.