Tratar enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes en República Dominicana representa un desafío económico significativo para las familias. Según datos del Banco Central y encuestas de hogares, un dominicano promedio necesita entre RD$2,500.00 y RD$3,500.00 mensuales solo para medicamentos, lo que equivale a entre el 25 % y el 40 % del salario mínimo cotizable. Esto excluye los costos de consultas médicas o estudios adicionales, que aumentan aún más la carga financiera.
Del salario estándar cotizable, que corresponde a RD$19,352.50, una persona que sufre de hipertensión o diabetes tendría que hacer un copago (cantidad de dinero que paga un paciente con seguro médico privado por cada servicio de asistencia sanitaria, consultas, medicamentos, internamientos), de un mínimo de RD$2,500.00 para adquirir sus medicamentos esenciales. Esto dejaría un remanente de RD$16,852.50 para otros gastos como consultas médicas, transporte, educación, servicios generales y alimentación. Cabe destacar que el costo de la canasta familiar en República Dominicana oscila entre RD$36,000.00 y RD$52,000.00, según el Banco Central.
El presupuesto asignado por las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) para medicamentos ambulatorios es de RD$12,000.00 al año, equivalente a mil pesos por mes; una cantidad irrisoria en comparación con las necesidades reales de la población.
En muchos casos, los pacientes que requieren medicamentos no incluidos en la cobertura deben pagarlos de su propio bolsillo, lo que crea una disparidad significativa entre lo que las ARS dicen cubrir y lo que realmente protegen.
A pesar de la narrativa de las ARS en República Dominicana sobre la cobertura que ofrecen, la realidad es que muchas enfermedades crónicas y medicamentos esenciales quedan fuera del alcance de la mayoría de los ciudadanos.
El Plan de Servicios de Salud (PDSS), diseñado como un marco para garantizar el acceso a medicamentos básicos, cubre en la práctica menos de 1,000 productos farmacéuticos, según la última actualización de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) y el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS).
Este número, presentado como un esfuerzo para garantizar acceso a medicamentos esenciales, solo cubre una pequeña fracción de las necesidades de salud de la población. Deja fuera medicamentos para enfermedades crónicas y de uso continuo que son vitales para muchos dominicanos.
El catálogo de medicamentos existente es insuficiente y no refleja la realidad de las necesidades de salud del país, permitiendo que las ARS operen con mínimos compromisos económicos en detrimento de la población.
El sistema de ARS prioriza la rentabilidad sobre el bienestar de los afiliados, limitando la cobertura a productos que no afectan gravemente sus márgenes de ganancia.
Aunque las ARS se presentan como entidades garantes de la salud para la población dominicana, los hechos indican una falta de cobertura adecuada, sugiriendo que el sistema funciona más en beneficio de estas entidades que de los ciudadanos.
Según datos del portal de la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), actualmente operan 17 ARS privadas y 1 régimen subsidiado por el gobierno, conforme a la Ley No. 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social.
Un informe reciente de la TSS revela que, a pesar del crecimiento del sistema de seguridad social, el gasto en salud sigue siendo una de las mayores fuentes de endeudamiento para los hogares dominicanos. Además, estudios de organismos internacionales indican que hasta un 15 % de los hogares en el país caen en la pobreza debido a gastos catastróficos en salud.
Fuente: deúltimominuto.net